#.La Fórmula de la innovación.
Innovación no es más que el resultado del proceso creativo de un innovador ante una Necesidad No Resuelta (NNR).
(por Jose Almansa).
España invierte el 1,2% del PIB en innovación, 50% público, 50% privado. Europa el 2,4%. Pero no sirve porque no se puede invertir en el resultado. Sí en lo que lo provoca: el innovador y que tenga un proceso creativo que parta de Necesidades No Resueltas en vez de ideas. Nosotros aterrizamos la fórmula. Reconectamos a las personas con su espíritu innovador, y les damos un proceso creativo K*órdico para que detecten necesidades y encuentren soluciones.
#.Esto no va de ideas.
Que una ida resuelva una necesidad es una casualidad,
si no ha partido de ésta.
No tiene sentido buscar una idea y luego preguntar, ¿qué necesidad resuelve?
No: las ideas no son nuestras. Nos han venido dadas por otros. Pensar fuera de la caja no tiene sentido. Porque la mente sólo vive en lo conocido. Pero hay otro “lugar” desde donde sí se puede explorar respuestas inesperadas.
Para ello encontramos las denominadas Necesidades No Resueltas (NNR), tanto reactivas (problemas) como proactivas (oportunidades) y que a través de las mismas somos capaces de encontrar dichas respuestas.
Ante una necesidad, sacamos las respuestas que hemos aprendido. ¿Funciona? Para eso hemos estudiado, esforzado e invertido en el conocimiento. Pero, ¿qué ocurre cuando no funciona? Tenemos una NNR reactiva. Problemas.
Cuando en 2006 no existía el Smartphone, ninguno íbamos por la calle pensando “necesito un ordenador en el bolsillo con GPS y el correo”. En 2007, un gran innovador nos mostró una necesidad y nos trajo la solución, el Iphone. Se trata de NNR Proactivas, OPORTUNIDADES. El mundo está llena de ellas. Pero desde la mente, desde lo conocido no podemos acceder.
#. SOLUCIÓN
Sí, tú… todos podemos ser innovadores.
Un proceso completamente diferente permite obtener una solución a cada NNR.
Que genera respuestas a los problemas. Y materializa las oportunidades que el mundo necesita.”
Este modelo de sociedad que necesitamos no saldrá de un grupo de personas que ‘desde arriba’ lo imponen. Este cambio saldrá de las propias personas quienes tienen el poder de reconectar primero para innovar después. La responsabilidad para activar, lo que llamamos el ‘bottom up’, está en las personas. ¡Esa es la magia!. No lo olvidemos nunca si queremos que sean ellos los que realmente impulsen la transformación.
Cuando tienes una metodología que nace y se impulsa en las personas, te das cuenta que tienes algo muy poderoso. Algo que siempre se convierte en Solución.
Ser Innovador vale para la vida profesional y para la vida cotidiana. Esa es la actitud que el mundo necesita. Ese es el verdadero cambio para conseguir innovar.
En 1911, el economista Joseph Schumpeter, profesor de la Universidad de Harvard y de Viena, entre otras, afirmaba que el valor de una sociedad va directamente vinculado a nivel de innovación de sus ciudadanos. Es imperdonable que en nuestra cultura se abondone al innovador y en contrapartida se valore más al emprendedor. Por eso necesitamos crear ecosistemas de innovación.
Actualmente el innovador se enfrenta a demasiadas amenazas. es amenazado por el sistema que regula las innovaciones, siempre temeroso a los cambios. Es atacado también por la competencia que se limita a copiar las innovaciones de otros. Y es atacado por los inversores que apuestan por el resultado y no por el Innovador, por su Proceso creativo y por las Necesidades no resueltas encontradas.
