Venga. En una frase. ¿Serías capaz de decir qué es innovación? Hoy es casi imposible no escuchar hablar de innovación, ¿verdad? Todos lo hacen. España invierte “sólo” el 1,2 % de su PIB en innovación frente al 2,4 % de media europea, todas las corporaciones hacen “open innovation”, y en cualquier conferencia de estos días no pasan más de cinco minutos sin que alguien diga la palabra de moda, “innovación”. Pero ‘La innovación no existe’. ¡NO existe! Al menos como te la están contando. Sin embargo, las personas que innovan, sí.
Hay una fórmula que explica qué es “innovación”:
Para que haya innovación tiene que haber un innovador, una persona reconectada con su espíritu responsable, creativo e innovador; y un proceso creativo que le permita llegar a respuestas inesperadas: lo que llamamos innovación. Porque lo importante es la persona, el innovador. La “innovación” es sólo el resultado.
Todos nacemos conectados con nuestro Yo innovador. De niños vemos lo que nadie ve. Soñamos lo que nadie espera. Y la imaginación nos puede llevar a cualquier sitio. ¿Lo recuerdas, verdad? De niños sentimos que somos capaces de todo.
No hay empresas, países ni instituciones innovadoras. Lo que hay son personas que así las hacen.
Así hasta que empezamos a recibir información. Somos bombardeados por reglas, normas y pautas de pensamiento. Y de acción. “Haz lo que te digo.” “No puedes.” “No lo hagas.” Nos las enseñan los maestros, la sociedad, y hasta nuestros padres. Y lo aceptamos, claro. Abandonamos nuestra capacidad de estar conectados con nuestro Yo creativo e innovador.
Malo. Dejas de soñar. Dejas de jugar. Dejas de saltar. Renuncias a decidir. Cargas para siempre con una ‘mochila’ de respuestas aprendidas. Te adaptas y sales adelante. Creces, estudias, llegas a la universidad y hasta consigues un buen trabajo. Eres bueno. Progresas, asumes responsabilidades con personas a tu cargo. Sí, podemos llegar a ser muy, muy, muy buenos dando respuestas (aprendidas) a todo. La ‘mochila’ funciona… A ver: ¿de verdad piensas que ‘la mochila funciona’?
Innovar es reemplazar respuestas aprendidas por modelos inesperados
Siento decirlo. Esas soluciones aprendidas no valen para nada. Y cuando no funcionan, generan lo que llamo “necesidades no resueltas”. Vivimos en sociedades avanzadas y sin embargo no somos felices. El planeta está amenazado. La tierra se calienta. No estamos preparados para enfrentarnos a nuevos virus o pandemias. Tenemos dudas sobre nuestro futuro. Vivimos un presente complejo. Pero también es el momento más apasionante de nuestra historia. Porque el poder, ese poder que perdimos de niños, sigue estando ahí. Esperando. Porque hoy más que nunca sabemos que la solución –la “innovación”– está en las Personas.
Innovar es reemplazar respuestas aprendidas por modelos inesperados y, ante la magnitud de las necesidades no resueltas que hoy nos afectan, debemos conseguir que muchos reconecten con su espíritu responsable, creativo e innovador. De esta manera se genera una gran inteligencia social, y surge un proceso creativo/colaborativo que desemboca en un plan para producir el bottom-up, la innovación desde abajo, desde las personas.
Ha llegado el momento de volver a poner a los individuos en el centro y darnos cuenta de que somos nosotros los únicos que podemos crear, innovar, colaborar y, finalmente, cambiar el mundo.
No hay empresas, países ni instituciones innovadoras. Lo que hay son personas que así las hacen. Por eso no servirá la inversión de gobiernos e instituciones en “innovación” si no invierten en personas, les apoyan en sus procesos y crean ecosistemas para protegerlos. Ha llegado el momento de volver a poner a los individuos en el centro y darnos cuenta de que somos nosotros los únicos que podemos crear, innovar, colaborar y, finalmente, cambiar el mundo.
Hoy todos hablan de innovación. Es la palabra que lo resolverá todo. Pero la innovación NO EXISTE sin personas innovadoras. Por eso es necesario comenzar una nueva era, ‘la era del innovador’, la era de las personas. La era donde tú juegas.